«La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma». Dr. Bach
Muchas veces…
El resfrío «chorrea» cuando el cuerpo no llora.
El dolor de garganta «tapona» cuando no es posible comunicar las aflicciones.
El estómago «arde» cuando las rabias no consiguen salir.
El cuerpo «engorda» cuando la insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza «deprime» cuando las dudas aumentan.
El corazón se «afloja» cuando el sentido de la vida parece terminar.
La «alergia» aparece cuando el perfeccionismo está intolerable.
Las uñas se «quiebran» cuando las defensas están amenazadas.
El pecho «aprieta» cuando el orgullo esclaviza.
La presión «sube» cuando el miedo aprisiona.
Las neurosis «paralizan» cuando el niño interior tiraniza.
La fiebre «calienta» cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.
Y tus dolores «callados». ¿Cómo «hablan» en tu cuerpo?
Elige alguien que te pueda ayudar a «organizar las ideas», «armonizar las sensaciones» y recuperar la alegría.
Todos precisamos saludablemente de «un oyente interesado».
Pero todo depende, principalmente, de nuestro esfuerzo personal para hacer que sucedan mudanzas en nuestra vida.
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