La depresión es el diagnóstico psiquiátrico que describe un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, además de provocar una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y de los acontecimientos de la vida cotidiana. Los desórdenes depresivos pueden estar, en mayor o menor grado, acompañados de ansiedad.
Frecuentemente, la persona se describe como deprimida, triste, desesperanzada, desanimada o “como en un pozo”. En algunos casos, la tristeza puede ser negada al principio, pero más tarde puede mostrarse en la entrevista. Algunas personas se quejan de molestias y dolores físicos en lugar de referir sentimientos de tristeza. Muchos sujetos refieren o muestran una alta irritabilidad, por ejemplo, ira persistente, tendencia a responder a los acontecimientos con arranques de ira o insultando a los demás o sentimiento exagerado de frustración por cosas sin importancia.
También suelen malinterpretarse los acontecimientos cotidianos tomándolos como pruebas de defectos personales, provocando generalmente el autorreproche de estar enfermo o de no haber logrado cumplir con las responsabilidades laborales o interpersonales como resultado de la depresión.
Los sujetos pueden referir el sentimiento de estar menos interesado en sus aficiones, de que “han perdido el interés” o de haber dejado de disfrutar con actividades que antes consideraban placenteras. Los familiares notan el aislamiento social, una reducción significativa de los niveles previos de interés o de deseo sexual. Se originan también en los pacientes dificultades para conciliar el sueño, tener problemas para volver a dormirse cuando se despierta por la noche, despertarse demasiado pronto y ser incapaz de volver a dormirse o exceso de sueño.
El término médico hace referencia a un síndrome o conjunto de síntomas que afectan principalmente a la esfera afectiva: la tristeza patológica, el decaimiento, la irritabilidad o un trastorno del humor que puede disminuir el rendimiento en el trabajo o limitar la actividad vital habitual, independientemente de que su causa sea conocida o desconocida.
Lo alarmante de este padecimiento son los pensamientos de muerte, la ideación suicida o las tentativas suicidas.
Estas ideas varían desde la creencia consistente en que los demás estarían mejor si uno muriese hasta los pensamientos transitorios, pero recurrentes, sobre el hecho de suicidarse, o los auténticos planes específicos sobre cómo cometer el suicidio, aunque hay que destacar factores desencadenantes tales como el estrés y sentimientos (derivados de una decepción sentimental, la contemplación o vivencia de un accidente, asesinato o tragedia, el trastorno por malas noticias, pena, y el haber atravesado una experiencia cercana a la muerte).
También hay otros orígenes, como una elaboración inadecuada del duelo (por la muerte de un ser querido) o incluso el consumo de determinadas sustancias (abuso de alcohol o de otras sustancias tóxicas) y factores de predisposición como la genética o un condicionamiento educativo.
La depresión puede tener importantes consecuencias sociales y personales, desde la incapacidad laboral (ya que se puede presentar un agotamiento que se verá reflejado en la falta de interés hacia uno mismo, o incluso el desgano para la productividad, lo cual no solo afectará a quien está pasando por la depresión, sino también a quienes lo rodean)
SÍNTOMAS DE DEPRESIÓN
* Pérdida o aumento importante de peso.
* Pérdida o aumento del apetito.
* Insomnio o hipersomnia.
* Agitación o lentitud psicomotores.
* Fatiga o pérdida de la energía.
* Sentimientos de lentitud o de culpa excesivos.
* Disminución de la capacidad para pensar, concentrarse y tomar decisiones.
* Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos.
* Pensamientos recurrentes de muerte o ideación, planes o intentos suicidas.
La tristeza es un sentimiento que se manifiesta en todos los seres humanos en determinadas ocasiones, pero la depresión es una enfermedad mental, la cual se caracteriza por provocar incapacidad para disfrutar, sentimientos de tristeza y abatimiento patológicos, entre otros.
Algunos tipos de depresión tienden a afectar a miembros de la misma familia, lo cual sugeriría que se puede heredar una predisposición biológica. En algunas familias la depresión severa se presenta generación tras generación. Sin embargo, la depresión severa también puede afectar a personas que no tienen una historia familiar de depresión.
Las personas con poca autoestima se perciben a sí mismas y perciben al mundo en forma pesimista.
Las personas con poca autoestima y que se abruman fácilmente por el estrés están predispuestas a la depresión. No se sabe con certeza si esto representa una predisposición psicológica o una etapa temprana de la enfermedad.
TRATAMIENTO
Es importante acudir a una terapia psicológica y en la mayoría de los casos, la toma de psicofármacos.
La valoración por psiquiatría es básica para saber qué tipo de psicofármaco requiere la persona afectada quien a pesar de haber sido medicada, es importante que comprenda que no debe dejar la terapia psicológica.
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